donostiakultura.eus

1930

¡el cine
habla!

Entrada de butaca

La primera vez que los donostiarras vieron (y escucharon) cine sonoro fue en el Victoria Eugenia. Allí se proyectó, el 17 de marzo de 1930, una película de la productora alemana UFA, 'Rapsodia húngara', cuyos protagonistas, en efecto, ¡hablaban! Claro que técnicamente el sistema "no satisfizo totalmente" al público.

¿Cine...

El teatro había sido sala de cine casi desde sus inicios. A los nueve meses de su inauguración, en marzo de 1913, ya empezaron a verse películas, con precios entre los 50 céntimos, la butaca, y los 15 del "asiento de paraíso". En los primeros años abundaron las sesiones que combinaban proyecciones cinematográficas con números de variedades.

...o teatro?

Sin embargo, que la pantalla desplazase en parte las funciones teatrales despertó críticas por parte de algunos aficionados del teatro, que se lamentaban del éxito de lo que consideraban "fiebre cinematográfica". Pero el séptimo arte, que conviviría en la programación con el resto de disciplinas, sería mucho más que una fiebre. Resultaba difícil resistirse a las grandes estrellas del cine y a los sucesivos avances tecnológicos. En 1945, con 'El mago de Oz', llegarían las películas en color, pero mucho antes, en 1936, se habí­a experimentado en el Victoria Eugenia un primer sistema de cine en tres dimensiones.

El cine comercial formó parte de la programación de la sala hasta 1993.

'INTOLERANCIA' (1921).
La "soberbia e incomparable" superproducción de Griffith se proyectó junto con un reportaje del asesinato de Dato, producido pocos dí­as antes.

'EL FANTASMA DE LA ÓPERA' (1926).
Aunque se proyectaba simultáneamente en el Novedades, hubo que colocar sillas supletorias. Todos querían temblar con Lon Chaney.

'LA QUIMERA DEL ORO' (1926).
Cinco años antes de que Charles Chaplin visitara San Sebastián (y el Chofre) en persona, nos emocionaba en el Victoria Eugenia.

'RAPSODIA HÚNGARA' (1930).
Con un modesto lema, "el acontecimiento del día", se anunció la primera película sonora que se proyectaba en la ciudad.

'LA REINA CRISTINA DE SUECIA' (1934).
La publicidad, con el nombre de Greta Garbo en grandes letras y su rostro fotografiado, reflejaba el poder del 'star-system'.

'EL MAGO DE OZ' (1945).
El camino de baldosas amarillas era realmente amarillo en este monumento a la fantasía que desarrollaba el aún incipiente cine en color.